Y un día de mediados de Marzo, Joseph desapareció.
Charles estuvo llamandole toda la mañana, en conferencia internacional, intentando dar con él. Le mandó mil y pico mensajes, y ni la distancia que los separaban, ni los océanos que los dividían puedieron evitar que charles no cesara en su intento de dar con él.
Desde los 3 años en los que llevaban conociendose, y pese a que pertenecían a continentes opuestos, Charles no pudo dejar de sentir una intranquila opresión naciente en su pecho.
Ni los tsunamis, ni los terremotos habían podido con ellos. Fue una mafia mexicana, la que un día de mediados de marzo, se llevó a Joseph.
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