domingo, 18 de agosto de 2013

18 de Agosto

"Estamos tan acostumbrados a sufrir que cuando llega una persona y nos trata bien, con respeto y nos brinda su cariño, todo nos da miedo"

viernes, 9 de agosto de 2013

10 de enero

Porque no sé cuando doy poco y cuando doy mucho, porque contigo, todo. Sin ti, nada.

10 de Agosto. 1M

Entonces, cuando todo iba viento en popa y además y todo estaba más o menos estabilizado, él sufre un pequeño bajón. O grande. Y tú te maldices por no poder estar ahí. Porque él está sólo. Porque todos los fantasmas que te atormentaban eran ciertos. Está solo y lo está pasando fatal. Y tu no puedes sonreir cuando la persona que quieres no tiene sonrisas. A ti no te sale. Buscas luz en tu interior, pero apenas brilla por un segundo.
Quieres darle un espacio más que sustancial para que piense en sus cosas, pero tú, sin embargo, no haces más que pensar en él.
Es INDUDABLE que lo quieres con locura, que es una de las personas más importante de la vida, para la que siempre guardarás una sonrisa.
Porque él te hace olvidar todos los problemas; y a veces, te gustaría hacerle olvidar los suyos alguna vez.

Y entonces te planteas en darle una opción. Y te tiras toda la tarde eligiendo las palabras correctas para expresarlo. Y al final formulas la frase que queda del estilo de "piensa si crees que tus problemas aumentan o disminuyen con el hecho de tenerme de novio, un novio que (por las circunstancias que son) tienes lejos".
Porque quieres que se sienta bien, y que si esto le está superando, lo corte a tiempo.
Porque antepones su felicidad a la tuya, porque si es feliz, tú también.

Y entonces te dice que ha tenido un mal día y que al día siguiente habláis, y tu te quedas en estado de shock del malo, pero lo entiendes, y porque le quieres, le dejas correr.
Te quiero, R.