- Vamos, nena, ¿como voy a poder crear un relámpago salido de la nada?.
Yo me quedé mirandolo anonadada y pensé en cada una de las veces que nos tocabamos, y la electricidad estática nos recorría. Si era capaz de hacerme sentir al borde del abismo una y otra vez, ¿porqué no iba a poder crear un relampago?.