Algún día os contaré porqué cuando oigo la palabra "sipi" mi corazón se acelera.
Otro día os contaré porqué me asusto tan fácilmente, y porque mi corazón se para cuando me tocan con una mano fria y mojada el cuello.
Si os portáis bien, incluso os contaré porque rompo a llorar cuando veo a alguien oliendo de manera obsesiva unos boxers.
Terminaré por contaros cuales son los demonios que noche tras noche me atormentan, y porqué tengo miedo a quedar por primera vez con una persona.
Pero hoy, por suerte, es día de felicidad.
Felicidad significa dejar los problemas a un lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario