domingo, 17 de noviembre de 2013

17 de Noviembre. Post-eccatombe.

Nuevamente vuelves a notar que la primera arcada está a punto de suceder, y corres decidido hasta el baño, y mientras se produce te lanzas al suelo y cierras los ojos, dejandote llevar.
Hace un año de la última, y por eso te das cuenta de que ha llegado el momento de vaciarte. Conectas el altavoz para que la música ahogue todo ruido y te lavas las manos.
Nada ha cambiado en este año. La ansiedad puede haber aumentado. Tus pensamientos autoliticos también han perdurado. Quizás el único cambio que aprecias es la banda sonora de fondo, que ha pasado a ser cortesía de Lady Gaga.
Pero todas esas cosas a ti te dan igual. Vuelves a arrodillarte en el suelo; pides perdón, y después, con un movimiento brusco te introduces tres dedos de golpe. Sin dolor no hay culpa, sin culpa no hay sufrimiento.
Y llevas dos meses sin sonreir, y quizás es eso lo que te provoque tanta ansiedad, o el estrés. Pero no quieres pensar en ello. Sólo quieres hacerlo parar.

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